1 Señor, mi Dios, a ti clamo; sálvame, para que no me avergüence.
2 Escucha mi oración, porque a ti vienen mis ruegos.
3 No me lleves a la presencia de los malvados, ni me entregues a los malhechores.
4 Porque los malvados hablan contra mí, y los violentos buscan mi vida, no para hacer el bien, sino para destruir.
5 Oh Señor, Dios de los ejércitos, Dios de Israel, ¡levántate para juzgar a las naciones! ¡No tengas compasión de los malvados!
6 Vuelven atrás cada tarde; gruñen como perros, y rodean la ciudad.
7 Miran, gruñen, y se van.
8 Pero yo cantaré de tu fuerza; alabaré tu fidelidad por la mañana.
9 Porque tú eres mi refugio, una fortaleza en tiempos de angustia.
10 A ti, oh Dios, clamaré, y tú me salvarás.
11 Oh Señor, a ti cantaré alabanzas; tú, Dios mío, me salvarás.
12 Tú eres el que me libra de la muerte, y me salva de los pies que corren hacia el abismo.
13 Oh Señor, haz que yo alcance la salvación; tú eres mi orgullo y mi alegría.
Que dice el Salmo 7 ?
El Salmo 7 es una oración de confianza en Dios. El salmista comienza con una petición a Dios para que lo proteja de sus enemigos y le dé la victoria. El salmista confía en que Dios lo escuchará y lo salvará de sus enemigos. El salmista también pide a Dios que lo juzgue con justicia y que lo libere de los malvados. El salmista cree que Dios es justo y que castigará a los malvados. El salmista termina el salmo con una oración de alabanza a Dios por su justicia y su bondad.
Preguntas frecuentes del Salmo 7
Pregunta 1: ¿Por qué el Señor es bueno y su misericordia es eterna?
Respuesta 1: El Señor es bueno porque Él es amoroso, misericordioso y compasivo. Su misericordia es eterna porque Él es fiel y siempre está dispuesto a perdonar y restaurar a aquellos que se arrepienten de sus pecados. Él es un Dios de amor y gracia que siempre está dispuesto a ayudar a aquellos que lo buscan.
Pregunta 2: ¿Cómo puedo confiar en el Señor?
Respuesta 2: Para confiar en el Señor, debemos conocerlo y entender su Palabra. Debemos buscar su dirección y sabiduría en todas las áreas de nuestra vida. Debemos orar y buscar su presencia en nuestras vidas. Debemos tener fe en que Él nos guiará y nos ayudará a tomar las mejores decisiones. Debemos confiar en que Él nos ama y nos cuidará siempre.