I.
Salmo de David.
A ti, Señor, elevo mi alma.

II.
Dios mío, en ti confío;
no permitas que yo sea avergonzado,
ni que mis enemigos se alegren de mí.

III.
No permitas que los que me odian sin motivo
triunfen sobre mí;
ni que los que me aborrecen sin razón
me hagan caer.

IV.
Porque yo sé que tú me amas,
y no me has abandonado, Señor.

V.
Alégrate en el Señor y regocíjate,
justos;
canten de júbilo todos los de recto corazón.

Que dice el Salmo 25 ?

El Salmo 25 es una oración de alabanza y adoración a Dios. El salmista comienza con una petición a Dios para que le muestre su misericordia y le guíe por el camino de la justicia. El salmista reconoce que Dios es bueno y misericordioso, y que siempre está dispuesto a perdonar a los pecadores. El salmista también pide a Dios que le muestre su camino y le dé sabiduría para seguirlo. El salmista también alaba a Dios por su bondad y por su fidelidad a su pueblo. Finalmente, el salmista pide a Dios que lo proteja de sus enemigos y que lo libere de la vergüenza. El salmista termina con una oración de alabanza a Dios por su bondad y misericordia.

Preguntas frecuentes del Salmo 25

Pregunta 1: ¿Por qué el Señor es bueno?

Respuesta: El Salmo 25 nos recuerda que el Señor es bueno porque él es fiel y misericordioso. Él es un Dios que perdona los pecados y nos da la esperanza de una vida mejor. Él nos da consuelo y nos ayuda a superar los tiempos difíciles. El Señor es bueno porque nos ama y nos protege.

Pregunta 2: ¿Cómo puedo confiar en el Señor?

Respuesta: El Salmo 25 nos recuerda que podemos confiar en el Señor porque él es fiel y misericordioso. Él nos da la esperanza de una vida mejor y nos ayuda a superar los tiempos difíciles. El Señor nos ama y nos protege, por lo que podemos confiar en él para guiarnos y ayudarnos a vivir una vida plena.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *