• 1 Oye mi oración, oh Jehová, y llegue mi clamor a ti.
• 2 No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; inclina a mí tu oído; en el día en que te invoco, apresúrate a responderme.
• 3 Porque mis días se han consumido como humo, y mis huesos están quemados como brasas.
• 4 Mi corazón está herido y marchito como la hierba; por tanto, me he olvidado de comer mi pan.
• 5 A causa de mi gemido, se me pega la piel a mis huesos; y he tomado simiente de aflicción y amargura.
• 6 Mi alma está abatida dentro de mí; por tanto, me acuerdo de ti desde la tierra del Jordán, y de los Hermones, desde el monte de Mizar.
• 7 El abismo me dijo: “Estás sentado,” y el océano: “¡No has de pasar más!”
• 8 El río cerró sobre mí su cauce; envió a las tinieblas las aguas que me rodeaban.
• 9 El día se oscureció sobre mí; me asusté en el crepúsculo que se me venía encima.
• 10 Dije a mi alma: “Alma, tú tienes muchos bienes guardados para años, reposa, come, bebe, y regocíjate.”
• 11 Y me dijo Jehová: “¡Oh, alma! tú has dicho: `Tengo muchos bienes guardados para años; no voy a ser desgraciado.’
• 12 Mira, yo te reprenderé en la iniquidad de tus dichos, y te castigaré en la maldad de tus obras.”

¿Que significa el salmo 4?

El Salmo 4 es una oración de una persona que se siente angustiada y abatida. El orador implora a Dios que escuche su oración y responda rápidamente a su clamor. El orador se siente como si sus días se hubieran consumido como humo y sus huesos estuvieran quemándose como brasas. Su corazón está herido y marchito, y ha dejado de comer debido a su sufrimiento.

El orador se siente rodeado por el dolor y la aflicción, y se acuerda de Dios desde el territorio del Jordán y el monte Hermón. El abismo y el océano le han dicho que no pasará más, y el río cerró su cauce sobre él, enviando las tinieblas a su alrededor. El día se ha oscurecido y el orador se siente asustado.

En medio de todo esto, el orador intenta reconfortar a su alma diciéndole que tiene muchos bienes guardados para años futuros y que debería descansar, comer, beber y regocijarse. Sin embargo, Dios le reprende por esta actitud de auto-consuelo y le castiga por su maldad.

En resumen, El Salmo 4 es un llamado desesperado a Dios para que escuche y responda a las oraciones de una persona que se siente abatida y angustiada. Aunque el orador intenta reconfortar a su alma, Dios le recuerda que su sufrimiento es resultado de su propia iniquidad y maldad.

¿Cuando se debe leer el salmo 4?

No hay un momento específico para leer el Salmo 4, ya que las Escrituras son valiosas y aplicables en todas las situaciones de la vida. Sin embargo, algunas personas pueden encontrar consuelo y aliento en este salmo en momentos de angustia, sufrimiento y aflicción, ya que el orador del salmo se encuentra en una situación similar y busca consuelo en Dios.

También se puede leer en momentos de reflexión espiritual, al reconocer las propias iniquidades y maldades y buscar perdón y orientación divina.

Además, se puede leer en la liturgia religiosa, en el culto en la iglesia, especialmente si se usa para reflexionar sobre la humanidad y la relación con Dios.

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deleitate asimismo en jehova

“Deleitate asimismo en Jehová” es una frase en español que significa “También encuentra tu deleite en el Señor” en inglés. Viene de la Biblia, específicamente del Salmo 37:4, en el Salmo 4 y salmo 91 el señor es nuestro refugio que alienta a las personas a poner su confianza en Dios y encontrar alegría en él. El verso sugiere que aquellos que lo hacen experimentarán bendiciones y prosperidad en sus vidas.