I. Bendeciré al Señor en todo tiempo; Su alabanza estará siempre en mi boca.
II. En el Señor se gloriará mi alma; Los humildes oirán y se alegrarán.
III. Ensalzad al Señor conmigo; Exaltemos juntos Su nombre.
IV. Yo invoqué al Señor y El me respondió; Me libró de todos mis temores.
V. El Señor está cerca de los quebrantados de corazón; Y salva a los de espíritu abatido.
VI. Muchas aflicciones vienen al justo; Pero de todas ellas El lo librará.
VII. El cuidará de todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado.
VIII. La maldad matará al impío; Y los que aborrecen al justo serán condenados.
IX. El Señor redimirá el alma de Sus siervos; Y ninguno de los que en El confían será condenado.
Que dice el Salmo 30 ?
El Salmo 30 es una oración de alabanza a Dios por su bondad y misericordia. El salmista comienza el salmo alabando a Dios por su bondad y misericordia, y por haber escuchado sus oraciones. El salmista se alegra de que Dios lo haya librado de la muerte y le haya dado la vida. El salmista también alaba a Dios por su fidelidad y por haberlo exaltado. El salmista le pide a Dios que lo bendiga y lo proteja, y que lo ayude a cumplir sus promesas. El salmista termina el salmo alabando a Dios por su bondad y misericordia, y por haber escuchado sus oraciones.
Preguntas frecuentes del Salmo 30
Pregunta 1: ¿Por qué el Señor es una fortaleza para su pueblo?
Respuesta 1: El Señor es una fortaleza para su pueblo porque Él es su protector y su refugio. Él es una roca inamovible que siempre está ahí para sostener a su pueblo en los momentos de dificultad. Él es una fuente de consuelo y esperanza para aquellos que confían en Él.
Pregunta 2: ¿Cómo puede el Señor ayudar a su pueblo?
Respuesta 2: El Señor puede ayudar a su pueblo de muchas maneras. Él puede darles fuerza para enfrentar los desafíos de la vida, consolarlos en los momentos de tristeza y darles esperanza para el futuro. Él también puede guiarlos a través de los caminos de la justicia y la rectitud.