1 Alabad a Jehová, Porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia.
2 Alabad a Jehová, Porque su misericordia es para siempre.
3 Alabad a Jehová, a los que en él esperáis.
4 Alabad al Señor, que habita en Sión, Y publicad en los pueblos sus obras.
5 Porque él se acuerda de su pacto para siempre, De la palabra que mandó por mil generaciones.
6 Que él concertó con Abraham, Y con Isaac, Y con Jacob; Y con su pueblo para siempre.
7 El cual confirmó a los hijos de Israel como su herencia, Y como testimonio de su pacto para siempre.
8 Porque él dijo a su pueblo: Yo os daré la tierra de Canaán, La herencia de vuestra posesión.
9 Cuando eran pocos en número, Pequeños y peregrinos en ella.
10 Y anduvieron de nación en nación, Y de un reino a otro pueblo.
11 Mas no permitió que nadie los oprimiese, Y por amor de ellos castigó a reyes.
12 Diciendo: No toquéis a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas.
13 Alabad a Jehová, Porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia.
Que dice el Salmo 136 ?
El Salmo 136 es una oración de alabanza a Dios por su bondad y misericordia. El salmo comienza con una invocación a Dios para que se acuerde de su pueblo y de su amor por ellos. El salmo continúa con una lista de los milagros que Dios ha hecho por su pueblo, incluyendo la liberación de Egipto y la liberación de los israelitas de la esclavitud. El salmo también alaba a Dios por su bondad y misericordia, y por su fidelidad a su pueblo. El salmo termina con una oración de alabanza y gratitud a Dios por su bondad y misericordia.
Preguntas frecuentes del Salmo 136
Pregunta 1: ¿Por qué el Señor es tan bueno con su pueblo?
Respuesta 1: El Señor es bueno con su pueblo porque Él es fiel y misericordioso. Él siempre está dispuesto a perdonar y a restaurar la relación con su pueblo. Él es un Dios de amor y compasión que siempre está dispuesto a escuchar las oraciones de su pueblo y a responderlas con bondad.
Pregunta 2: ¿Cómo puedo confiar en el Señor?
Respuesta 2: Para confiar en el Señor, debemos recordar que Él es fiel y misericordioso. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones y a responderlas con bondad. Debemos recordar que Él nos ama y que siempre está ahí para nosotros. Debemos tener fe en que Él nos guiará y nos ayudará a superar cualquier situación difícil.