I. Bendeciré al Señor en todo tiempo;
su alabanza estará siempre en mi boca.
II. En el Señor se gloriará mi alma;
que los humildes oigan y se alegren.
III. Engrandeced al Señor conmigo;
juntos exaltemos su nombre.
IV. Busqué al Señor, y él me respondió;
me libró de todos mis temores.
V. Los que miran desde lo alto,
lo ven y se burlan de él.
VI. El Señor está en su santo templo;
el trono de Dios está en el cielo.
VII. Él conoce los pensamientos de los hombres;
sabe que son como la vanidad.
VIII. El justo clama, y el Señor lo oye;
y lo libra de todas sus angustias.
IX. El Señor está cerca de los quebrantados de corazón;
salva a los de espíritu abatido.
X. Muchas aflicciones caerán sobre los impíos;
pero el que confía en el Señor, él lo librará.

Que dice el Salmo 10 ?

El Salmo 10 es una oración de alabanza a Dios. El salmista comienza el salmo alabando a Dios por su grandeza y poder. El salmista reconoce que Dios es el único que puede salvar a los necesitados y a los oprimidos. El salmista también reconoce que Dios es el único que puede castigar a los malvados. El salmista también pide a Dios que lo ayude a vencer a sus enemigos. El salmista termina el salmo alabando a Dios por su bondad y misericordia.

Preguntas frecuentes del Salmo 10

Pregunta 1: ¿Por qué el Señor es tan bueno?

Respuesta: El Salmo 10 nos recuerda que el Señor es bueno porque él es misericordioso y fiel. Él es un Dios de amor y compasión que siempre está dispuesto a perdonar y restaurar a aquellos que se arrepienten de sus pecados. Él es un Dios de justicia que siempre está dispuesto a defender a los oprimidos y a castigar a los malvados.

Pregunta 2: ¿Cómo puedo confiar en el Señor?

Respuesta: El Salmo 10 nos recuerda que podemos confiar en el Señor porque él es fiel y siempre cumple sus promesas. Él es un Dios de amor y compasión que siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones y responder a nuestras necesidades. Él es un Dios de justicia que siempre está dispuesto a defender a los oprimidos y a castigar a los malvados.