Te damos gracias por nuestros hijos adultos. Ayúdanos a recordar que, aunque hayan crecido y se hayan independizado, siempre serán nuestros hijos y los amamos incondicionalmente. Ayúdanos a ser buenos padres y madres y a apoyar a nuestros hijos en sus decisiones y en sus vidas. Ayúdanos a ser una fuente de amor y guía para ellos y a mantener una relación cercana y saludable. Por favor, cuida de ellos y protege su camino mientras avanzan en la vida. Amén.