1 Señor, tu estrado es sublime; * tu trono está firmado desde antiguo.
2 Tus ojos contemplan las cosas de la tierra; * tú examinas a todos los hombres.
3 Los caminos de cada uno los pesas con balanza justa; * todos los senderos de los hombres.
4 El que es justo y el que es malo, * tú los examinas a ambos.
5 El Señor es mi roca, mi fortaleza, * mi libertador.
6 Él es mi escudo, en él espero; * mi refugio, mi salvador, mi defensor,
7 para que yo no tiemble. *
8 Con toda confianza invocaré a Dios; * él me salvará.
9 El Señor es una muralla alrededor de su pueblo; * él es el protector de los suyos.
10 Los justos clamarán y el Señor los escuchará; * él los librará de todas sus angustias.
11 El Señor está cerca de los quebrantados de corazón; * él salva a los de espíritu abatido.
12 Muchas aflicciones sufrirá el justo, * pero el Señor lo librará de todas.
13 Él cuida de todos los huesos de ellos; * ni uno será quebrado.
14 La maldad destruirá al malvado; * los enemigos del Señor serán condenados.
15 El Señor salvará a su pueblo; * él salvará a los que lo aman.
16 Los justos vivirán para siempre; * su recompensa será eterna.
17 El Señor es un Dios que no falla; *
Que dice el Salmo 92 ?
El Salmo 92 es una oración de alabanza a Dios por su bondad y su fidelidad. El salmista comienza el salmo alabando a Dios por su grandeza y su poder, y por su bondad y su fidelidad. El salmista también se alegra de que Dios esté con él y le dé la victoria sobre sus enemigos. El salmista también se alegra de que Dios le haya dado la victoria sobre sus enemigos y le haya dado la victoria sobre sus adversarios. El salmista también se alegra de que Dios le haya dado la victoria sobre sus enemigos y le haya dado la victoria sobre sus adversarios. El salmista también se alegra de que Dios le haya dado la victoria sobre sus enemigos y le haya dado la victoria sobre sus adversarios. El salmista también se alegra de que Dios le haya dado la victoria sobre sus enemigos y le haya dado la victoria sobre sus adversarios. El salmista también se alegra de que Dios le haya dado la victoria sobre sus enemigos y le haya dado la victoria sobre sus adversarios. El salmista termina el salmo alabando a Dios por su bondad y su fidelidad, y por su amor eterno. El salmista también le pide a Dios que lo bendiga y lo proteja. El salmista termina el salmo con una oración de alabanza a Dios por su bondad y su fidelidad.
Preguntas frecuentes del Salmo 92
Pregunta 1: ¿Por qué el Señor es bueno y su misericordia es eterna?
Respuesta 1: El Señor es bueno porque Él es amoroso, misericordioso y fiel. Su misericordia es eterna porque Él es un Dios de fidelidad y su amor por nosotros es inagotable. Él nos ama incondicionalmente y siempre está dispuesto a perdonarnos y restaurarnos.
Pregunta 2: ¿Cómo puedo confiar en el Señor?
Respuesta 2: La mejor manera de confiar en el Señor es mediante la oración. Cuando oramos, le damos la oportunidad de hablar con nosotros y de mostrarnos su amor y su misericordia. También podemos confiar en el Señor al estudiar su Palabra y al obedecer sus mandamientos. Cuando confiamos en el Señor, Él nos da la fuerza y el consuelo que necesitamos para afrontar cualquier situación.