1¡Oh, Señor, tú eres el dueño de tu pueblo!
¡Tú eres digno de alabanza!
Tú proteges a tu pueblo con tu poder.
2Tú eres el Dios que hace milagros.
Tú has hecho maravillas para tu pueblo.
3Tú has mostrado tu bondad a tu pueblo
y les has dado el pan de los cielos.
4Tú les has dado todo lo que necesitan,
y les has dado la luz de tu presencia.
5Tú has escuchado sus oraciones
y has respondido con tu amor.
6Tú has llenado sus vidas con alegría
y les has dado nuevas fuerzas.
7Tú has dado la paz a tu pueblo
y les has dado una vida llena de alegría.
8Oh, Señor, tú eres el Dios de los cielos.
Tú eres el Dios de la tierra.
Tú eres el Dios de la vida.
9Tú eres el Dios de la misericordia.
Tú eres el Dios de la justicia.
Tú eres el Dios de la bondad.
10Tú eres el Dios de la verdad.
Tú eres el Dios de la gracia.
Tú eres el Dios de la esperanza.
11Oh, Señor, tú eres el dueño de tu pueblo.
Tú eres digno de alabanza.
Tú proteges a tu pueblo con tu poder.
¡Alabado sea el Señor!
Que dice el Salmo 84 ?
El Salmo 84 es una oración de alabanza a Dios por su bondad y misericordia. El salmista expresa su deseo de estar cerca de Dios y de disfrutar de su presencia. El salmista también expresa su gratitud por la bondad de Dios y su deseo de servirle. El salmista también reconoce que Dios es el único que puede satisfacer sus necesidades espirituales. El salmista concluye el salmo con una oración de alabanza a Dios por su bondad y misericordia.
Preguntas frecuentes del Salmo 84
Pregunta 1: ¿Por qué el Señor se olvida de su pueblo para siempre?
Respuesta 1: El Salmo 84 nos recuerda que el Señor nunca se olvida de su pueblo. Él es fiel y misericordioso, y siempre está dispuesto a perdonar y restaurar a aquellos que se arrepienten de sus pecados. El Salmo nos recuerda que el Señor es nuestro refugio y nuestra fortaleza, y que siempre está con nosotros para guiarnos y protegernos.
Pregunta 2: ¿Cómo puedo encontrar la paz y la alegría en medio de la tribulación?
Respuesta 2: El Salmo 84 nos recuerda que la paz y la alegría se encuentran en el Señor. Él es nuestro refugio y nuestra fortaleza, y nos da la fuerza para enfrentar cualquier situación. El Salmo nos recuerda que el Señor nos ama y nos cuida, y que siempre está con nosotros para guiarnos y protegernos. Si buscamos al Señor con todo nuestro corazón, encontraremos la paz y la alegría que necesitamos para vivir una vida plena.