1 Señor, tú me examinas y me conoces.
2 Tú conoces cuando me siento y cuando me levanto; desde lejos comprendes mis pensamientos.
3 Tú observas cuando camino y cuando descanso; todos mis caminos están delante de ti.
4 Ni una palabra hay en mi lengua que tú no conozcas completamente.
5 Detrás y delante me rodeas; has puesto tu mano sobre mí.
6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; es tan elevado que no lo puedo comprender.
7 ¿A dónde podré ir para estar lejos de tu Espíritu? ¿A dónde huiré para escapar de tu presencia?
8 Si subo al cielo, allí estás tú; si me acuesto en el abismo, también estás allí.
9 Si tomo las alas del alba y viajo hasta el extremo del mar,
10 aun allí me guiará tu mano; me sostendrá tu diestra.
11 Si digo: «Que me cubra la oscuridad, y que la luz alrededor de mí se haga noche»,
12 aun la oscuridad no es oscura para ti; la noche es como el día, la oscuridad es igual a la luz.
13 Porque tú formaste mis entrañas; me hiciste en el vientre de mi madre.
14 Te alabo porque me has hecho de manera maravillosa; tus obras son maravillosas, y mi alma lo sabe bien.
15 No se te escondió mi cuerpo; cuando yo estaba siendo formado en lo secreto, te vi allí.
16 Tus ojos vieron mi cuerpo aú
Que dice el Salmo 139 ?
El Salmo 139 es una oración de alabanza a Dios por su amor y misericordia. El salmista comienza el salmo alabando a Dios por su omnisciencia y omnipresencia. El salmista reconoce que Dios sabe todo lo que hay en el corazón y que está presente en todas partes. El salmista también reconoce que Dios es el único que puede juzgar con justicia y que nadie puede esconderse de su presencia. El salmista también alaba a Dios por su amor y misericordia, y por su bondad y fidelidad. El salmista termina el salmo pidiendo a Dios que lo guíe y lo proteja.
Preguntas frecuentes del Salmo 139
Pregunta 1: ¿Qué tan grande es el amor de Dios?
Respuesta: El Salmo 139 nos recuerda que el amor de Dios es infinito e inagotable. Está presente en todas partes y nos rodea con su bondad y misericordia. Dios nos ama incondicionalmente, sin importar nuestras debilidades o pecados. Su amor es tan grande que nos protege y nos da la fuerza para seguir adelante.
Pregunta 2: ¿Cómo puedo confiar en Dios?
Respuesta: El Salmo 139 nos recuerda que Dios es fiel y siempre está presente. Él nos conoce mejor que nadie y sabe lo que es mejor para nosotros. Cuando confiamos en Dios, nos abrimos a su amor y nos permitimos recibir su ayuda. Esto nos ayuda a tener la seguridad de que Dios nos guiará y nos dará la fuerza para superar cualquier situación.