1 ¡Aleluya! Alaben al SEÑOR, todos los que temen al SEÑOR; alaben al SEÑOR.
2 ¡Alaben al SEÑOR desde el cielo, alábenlo desde las alturas!
3 ¡Alaben al SEÑOR, todos sus ángeles; alábenlo todas sus huestes!
4 ¡Alaben al SEÑOR, todos sus obras, en todos los lugares de su señorío!
5 ¡Alaben al SEÑOR, oh alma mía! ¡Alaben a su santo nombre!
6 ¡Alaben al SEÑOR desde la tierra, los monstruos marinos y todos los abismos!
7 Que el fuego y el granizo alaben al SEÑOR, la nieve y el vapor de agua;
8 Que el viento del norte alabe al SEÑOR, y el monte Hermón alabe su nombre.
9 ¡Alaben al SEÑOR desde el templo, alábenlo desde Sión!
10 ¡Alaben al SEÑOR por sus obras, alábenlo por su inmensa grandeza!
11 ¡Alaben al SEÑOR por su gran poder, alábenlo por su inmensa grandeza!
12 Que toda la humanidad alabe al SEÑOR, que todos alaben su santo nombre.
Que dice el Salmo 134 ?
El Salmo 134 es un canto de alabanza a Dios por su bondad y misericordia. El salmo comienza con una invitación a los servidores de Dios a alabarlo por su bondad y misericordia. El salmista también alaba a Dios por su grandeza y poder, y por su fidelidad a su pueblo. El salmista también pide a Dios que bendiga a su pueblo y que les dé la paz y la prosperidad. El salmista termina el salmo con una oración de gratitud a Dios por su bondad y misericordia.
Preguntas frecuentes del Salmo 134
Pregunta 1: ¿Por qué el Señor es bueno?
Respuesta: El Salmo 134 nos recuerda que el Señor es bueno porque él es fiel y misericordioso. Él siempre está dispuesto a perdonar y a ayudar a aquellos que lo buscan. Él es una fuente de consuelo y esperanza para aquellos que están en necesidad. El Señor es bueno porque nos ama y nos cuida, y nos da la gracia y la misericordia que necesitamos para vivir una vida plena.
Pregunta 2: ¿Por qué debemos alabar al Señor?
Respuesta: El Salmo 134 nos recuerda que debemos alabar al Señor porque él es digno de alabanza. Él es el Creador de todas las cosas y nos ha dado la vida y todas las bendiciones que disfrutamos. Debemos alabar al Señor por su bondad, su misericordia y su amor incondicional. Debemos alabar al Señor porque él nos ha dado la salvación y nos ha llamado a vivir una vida de santidad. Alabar al Señor es una forma de expresar nuestra gratitud por todo lo que él ha hecho por nosotros.