1 ¡Alabad al Señor, todas las naciones! ¡Celebrad su gloria y su poder!
2 Porque grande es su amor hacia nosotros, y la fidelidad del Señor es eterna.
3 Los dioses de los paganos son solo ídolos, pero el Señor hizo los cielos.
4 Gloria y esplendor rodean su presencia; majestad y alegría llenan su templo.
5 ¡Alabad al Señor, porque él es bueno! ¡Canten himnos a su nombre, porque es bondadoso!
6 Él nos rescató de la muerte, y nos libró de caer en la desgracia.
7 Ojalá que todos los que viven puedan experimentar la bondad del Señor, y alabar su santo nombre.
8 Yo confío en el Señor, y por eso digo: «Él es mi Dios».
9 El Señor está a mi lado; él me da la fuerza y me ayuda.
10 Por eso mi corazón se alegra, y con mi voz le canto alabanzas.
11 El Señor me ha protegido la vida, y me ha librado de la muerte.
12 Así que, ¡alégrense conmigo, todos los que esperan en él! ¡Canten himnos de alegría, todos los que aman al Señor!
Que dice el Salmo 116 ?
El Salmo 116 es una canción de alabanza a Dios. El salmista expresa su gratitud por la misericordia y el amor de Dios, y su deseo de servir a Dios con todo su corazón. El salmista también expresa su deseo de que otros también alaben a Dios. El salmista también se compromete a seguir a Dios y a obedecer sus mandamientos. El salmista también expresa su deseo de que Dios lo proteja y lo libere de la muerte. El salmista termina el salmo con una oración de alabanza a Dios por su bondad y misericordia.
Preguntas frecuentes del Salmo 116
Pregunta 1: ¿Por qué el Señor es bueno?
Respuesta: El Señor es bueno porque Él es misericordioso y compasivo, y siempre está dispuesto a perdonar a los pecadores. Él es fiel y justo, y siempre está dispuesto a ayudar a los necesitados. Él es el Dios de la esperanza y la paz, y siempre está dispuesto a guiar a los que están perdidos.
Pregunta 2: ¿Cómo puedo confiar en el Señor?
Respuesta: Para confiar en el Señor, debemos recordar que Él es fiel y justo, y que siempre está dispuesto a ayudar a los necesitados. Debemos recordar que Él es el Dios de la esperanza y la paz, y que siempre está dispuesto a guiar a los que están perdidos. Debemos tener fe en que Él nos ama y nos cuida, y que siempre está ahí para nosotros.