I. Al maestro del coro. Salmo de David.
1. Sólo a Dios pertenece mi alma; él es mi salvador, mi roca, mi fortaleza. ¡No tengo motivos para temer!
2. ¿Qué mal me puede hacer un mortal? ¿Qué pueden hacerme los seres humanos?
3. Pues bien, ellos se alían para destruirme, y traman insidias sin descanso.
4. Pero yo me acojo a ti, Señor, y me refugio en ti.
5. Yo digo a Dios: «Tú eres mi Señor; sin ti, nada bueno tengo».
6. Los planes de los malvados me rodean; pero yo me aferro a tus mandamientos.
7. Tu voluntad es mi delicia; tu ley es mi meditación.
8. Mi vida está firme en tu justicia; no me abandones hasta que haya cumplido tu voluntad.
9. ¿A quién le contaré tu bondad? ¿Quién podrá entender todos tus actos de justicia?
10. Tú has enseñado a muchos, Señor; tú has hecho grandes cosas, que sólo tú puedes hacer.
11. Si yo callo, las piedras gritarán en mi lugar; pero yo proclamaré tu fidelidad.
12. Yo te alabo, Señor, con todo mi corazón; cuento tus grandes obras.
13. Yo me alegro por tu bondad, Señor, y alabaré tu nombre por siempre.
Que dice el Salmo 62 ?
El Salmo 62 es una oración de confianza en Dios. El salmista comienza el salmo reconociendo la grandeza de Dios y su poder para salvar. El salmista luego se dirige a Dios, pidiendo que Dios lo proteja y lo libere de sus enemigos. El salmista también pide a Dios que le dé fuerza y esperanza, y que le dé la seguridad de que Dios está con él. El salmista termina el salmo con una oración de alabanza a Dios por su bondad y misericordia. El Salmo 62 es una oración de confianza en Dios, y un recordatorio de que Dios siempre está con nosotros.
Preguntas frecuentes del Salmo 62
Pregunta 1: ¿Por qué el Señor se olvida de mí y me deja en la aflicción?
Respuesta 1: El Señor nunca se olvida de nosotros, aunque a veces pueda parecer que nos ha abandonado. Él siempre está con nosotros, incluso en los momentos más difíciles. Él nos da la fuerza para superar la aflicción y nos ayuda a encontrar la paz.
Pregunta 2: ¿Cómo puedo encontrar consuelo en medio de la aflicción?
Respuesta 2: El Salmo 62 nos recuerda que el Señor es nuestro consuelo y nuestra fortaleza. Él nos ayuda a encontrar consuelo en medio de la aflicción. Busca la presencia de Dios en tu vida y confía en Él para que te ayude a superar los momentos difíciles.