1 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus enfermedades.
4 El que rescata tu vida del seol, El que te corona de misericordia y compasión.
5 El que sacia de bien tu boca de gozo, El que te renueva como el águila.
6 Jehová obra justicia y juicio Para todos los afligidos.
7 El dio a conocer sus caminos a Moisés, A los hijos de Israel sus obras.
8 Compasivo y misericordioso es Jehová; Lento para la ira y grande en misericordia.
9 No contendrá para siempre su enojo; No guardará para siempre su indignación.
10 No nos ha tratado conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha recompensado según nuestros pecados.
11 Porque como las alturas son los cielos sobre la tierra, Así grande es su misericordia para con los que le temen.
12 Como el oriente está lejos del occidente, Así aleja de nosotros nuestras rebeliones.
13 Como un padre se compadece de sus hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.
14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.
15 El hombre, como la hierba, florece; Como la flor del campo, así florece.
16 Cuando el viento pasa sobre él, ya no existe, Y su lugar no lo conoce más.
Que dice el Salmo 54 ?
El Salmo 54 es una oración de confianza en Dios. El salmista comienza con una súplica a Dios para que lo proteja de sus enemigos. El salmista reconoce que Dios es su único protector y que ningún otro puede salvarlo. El salmista también pide a Dios que escuche su oración y que lo ayude a vencer a sus enemigos. El salmista termina el salmo con una alabanza a Dios por su bondad y por su fidelidad. El salmista reconoce que Dios es el único que puede salvarlo y que siempre está con él.
Preguntas frecuentes del Salmo 54
Pregunta 1: ¿Por qué el Señor se ha olvidado de mí para siempre?
Respuesta 1: El Señor nunca se olvida de nosotros. Él siempre está presente para nosotros, aunque a veces nos sintamos solos y abandonados. El Señor nos ama y nos cuida, y siempre está ahí para nosotros.
Pregunta 2: ¿Cómo puedo confiar en el Señor?
Respuesta 2: La mejor manera de confiar en el Señor es mediante la oración. Cuando oramos, le damos la oportunidad de hablar con nosotros y de mostrarnos su amor y su presencia. También podemos confiar en el Señor al leer la Biblia y al escuchar la Palabra de Dios. Esto nos ayuda a recordar que el Señor siempre está con nosotros y que nos ama.